Me produce una enorme satisfacción poder presentar en este Blog "Vida T", desde hoy ya estoy buscando editorial para su posible publicación.
"Vida T" es una novela de ciencia ficción en la que he trabajado con especial cariño y que por fin he conseguido terminar. Como decía, todo en esta novela es ciencia ficción, empezando por la época en la que se desarrolla la acción; pero indudablemente, en "Vida T" se hace un descarado guiño a la mas que probable realidad que la raza humana vivirá en las próximas décadas.
No quiero decir con esto que sea un adivino del futuro, el tema ya ha sido desarrollado en numerosas películas y novelas de una o de otra manera, pero las mas recientes investigaciones y descubrimientos científicos nos dicen que las realidades de nuestro futuro bien podrían desarrollarse por ahí. Tal vez no como se describe en "Vida T", ni como en esas películas o novelas, pero si estoy seguro que el hecho se producirá algún día.
Solamente deseo que os guste, os haga pensar un poco, y sobre todo, os entretenga.
Os dejo con el primer capítulo,
El autor.
Capítulo I
Año 2105. “Vida T” empieza a perder velocidad.
Después de cinco años desde que abandonase el Sistema Solar, no ha dejado de
devorar kilómetros propulsada por sus motores nucleares desarrollados a
propósito de su misión; los mejores astrofísicos e ingenieros aeronáuticos de
la Tierra, con los mayores recursos nunca empleados a lo largo de la historia
en tal objetivo y partiendo del primitivo proyecto NERVA y sus posteriores
desarrollos hacia la mitad del siglo XXI, consiguieron crear unos motores
híbridos, los más perfectos motores jamás creados por el hombre, de manera que
unos cohetes convencionales de última generación, llevarían a “Vida T” más allá
de la órbita de Marte, donde ya lejos de posibles daños de las radiaciones para
los seres humanos, se pondría en marcha el motor nuclear RV70-77 que llevaría a
la sonda y a su tripulación a través del espacio a una velocidad hasta entonces
desconocida por el hombre cercana al 40 por ciento la velocidad de la luz.
El fin de su viaje, sin embargo, esta ahora
cercano.
La Sonda “Vida T” es la más grande construida por
el hombre y la primera que traspasa los confines del Sistema Solar con
tripulación humana a bordo.
La nave esta bajo la dirección del AEDM,
ministerio científico de la ONU, y su objetivo es puramente pacifico, como todo
en la Tierra en las últimas décadas, sin duda, la época más gloriosa y
placentera del planeta azul.
El mandato del presidente americano Obama, un
siglo antes, puso la pequeña semilla para la pacificación. Después, líderes
europeos, americanos y asiáticos emularon al presidente negro en su afán de
Paz; otro presidente también negro, ocupo el poder en el país americano varias
legislaturas más tarde, siendo fundamental para que en los siguientes años se
firmasen numerosos acuerdos de desarme y muchos países árabes, por fin, viesen
como las raíces de sus democracias creciesen ya sin ningún obstáculo, lo que
ayudo a que se fundaran las bases de un tratado de paz, por fin solidas, entre
Israel y el mundo árabe.
Pero sin duda, el hecho más importante y
significativo, fue el aumento de peso de la ONU como organismo pacificador del
mundo.
Ya nada podía parar la paz. En el año 2040 el
mundo comenzaba a ser un lugar maravilloso. En esa década se erradican
prácticamente las armas nucleares, aunque la energía nuclear se continuo
utilizando en una medida importante para fines pacíficos y casi exclusivamente
científicos (y principalmente aeroespaciales); se desarrollaron de manera prodigiosa
las energías alternativas y naturales, por lo que se dejó de contaminar y de
poner en peligro la atmósfera del planeta; se abrieron fronteras, cayeron los
últimos dictadores en África y Asia y se abrieron sedes de la ONU por todo el
planeta que paso en los años cincuenta a ser un autentico órgano de gobierno.
Se unificaron fuerzas para luchar contra el cambio climático y la Tierra
recupero gran parte de su salud, la pobreza se erradico casi a la mínima
expresión y las guerras pasaron a ser un desagradable recuerdo.
La gran utopía del ser humano parecía dejar de ser
una fantasía ante los atónitos ojos de los libros de historia.
Los humanos tuvieron tiempo, incluso, para mirar
al resto de especies animales del planeta como auténticos compañeros de hábitat.
Se erradicó la caza de especies por puro placer como los osos, tigres,
elefantes. Se crearon o se rehabilitaron numerosos y amplísimos terrenos donde
los animales eran auténticamente libres, y se terminaron con antiquísimas y
violentas costumbres o tradiciones, como peleas de animales, caza del zorro y
corridas de toros, sin que se creasen grandes traumas en su más radicales
seguidores, que perplejos ante la avalancha de un mundo en paz, ellos mismos
comprendían que esa violencia gratuita era inadecuada, aun en contradicción con
sus más profundas convicciones.
En un mundo así, el único problema que se
planteaba para la humanidad era el aumento de la población, una población sana
y feliz que no paraba de crecer y que exigía que se continuasen satisfaciendo
sus necesidades de felicidad y bienestar; para eso, los gobiernos de los
países, ya casi coordinados en su totalidad por la ONU, debían de crear
grandiosos planes de redistribución, tratar el espacio disponible con mucho
mimo y tacto, y distribuirlo entre todas las especies de la Tierra, compartirlo
entre todos con sumo respecto, como sucedía en una antigua película de
principios del siglo XXI.
Sin duda se trataba de una laboriosa misión ya que
el espacio disponible dentro del planeta azul empezaba a quedarse pequeño.
Se empezó a mirar entonces con una rigurosa
seriedad al espacio exterior, creando un gran número de investigaciones en
torno a la conquista del espacio más cercano, la Luna y Marte, todas ellas
dirigidas por la ONU. Se crea el AEDM como sucesor de la NASA, la Agencia
Espacial Europea, la Agencia Rusa y China, todos unidos en una misma inquietud.
En pocos años, el AEDM se convierte en uno de los
órganos más poderosos en el nuevo orden de la Tierra.
Se empieza dando un tremendo impulso a la estación
espacial internacional y se crea la nueva estación PAZ, que pronto hará sombra
a la mismísima luna. Se inician los primeros viajes tripulados a Marte y en el
medio de ese impresionante deseo de expansión, un astrónomo español, Alberto
Barbado, después de que ya se tuviesen localizados numerosos planteas similares
a la Tierra donde teóricamente podría haberse desarrollado la vida y hacia
donde se dirigen un sinfín de mensajes de paz, tiene el primer contacto real
con vida extraterrestre, un claro mensaje de datos y símbolos, un inequívoco
saludo interestelar procedente de otro lugar del universo distinto al sistema
solar.
Todo había empezado en la plenitud de bienestar de
la Tierra, cuando el planeta era un inmenso caldo de cultivo para las mentes
prodigiosas e inquietas; los científicos lograban las más grandes metas jamás
alcanzadas por la humanidad y los físicos y astrónomos predominaban, impulsados
por el cada vez más poderoso AEDM que invertía inmensas cantidades de dinero
sin ningún tipo de obstáculo en el estudio del espacio exterior y la búsqueda
de otros mundos, especialmente habitables, impulsados por la imperiosa
necesidad del planeta de expandirse.
En este inmejorable contexto para los científicos,
el investigador español no había tenido problemas en desarrollar sus múltiples
investigaciones sobre “señales de radio como vía de comunicación y diálogos interplanetarios”,
estudio basado en los generadores de haces de partículas súper veloces como los
neutrinos y otras partículas de energía aun más pequeñas descubiertas
posteriormente, capaces de viajar a la velocidad de la luz transportando mensajes
a otros mundos. La señal captada por el equipo del investigador español,
devolvía múltiple información mandada desde la Tierra en los primeros años del
SETI y al parecer, los receptores habían sido capaces de descifrar en cierta
manera, los signos terrícolas y devolverlos como invitación al dialogo
Barbado y su equipo enseguida enfocaron todos sus
esfuerzos en identificar la procedencia de la señal, del mensaje; pero ninguna
estrella, planeta o satélite conocidos eran la fuente del mensaje para mayor
incertidumbre e inquietud de los científicos. La señal parecía nacer entre un
grupo de gigantes rojas que no alcanzaban la categoría de cumulo, todas ellas perfectamente
identificadas y catalogadas, a poco mas de 6 años luz de la Tierra en el mismo
brazo de Orión donde descansaba el Sistema Solar dentro de la Vía Láctea.
Los nuevos amigos parecían estar relativamente
cerca de la Tierra, pero por el contrario, no podían ser localizados con
exactitud.
Por supuesto las autoridades del AEDM enseguida
tuvieron noticias del hallazgo y el mismo AEDM se hizo cargo de hacer pública
la noticia con una agresiva delicadeza, consiguiendo que la opinión pública, a
pesar del alcance de la noticia, guardase la calma y entendiese que
era un proceso sumamente lento, las autoridades explicaron que se contestaría
al mensaje con un nuevo mensaje desde la Tierra y se esperaría una nueva contestación.
Nadie podía predecir los años que tardaría este proceso, por lo que la gente
continuó con sus vidas felices dejando la noticia apartada.
Pero no así los científicos. El astrónomo español
pidió cierta autonomía en la continuación de su investigación que le fue
concedida a regañadientes por la parte más conservadora del ministerio
científico. Barbado no veía con buenos ojos algunas decisiones del gobierno
representado por el AEDM, aunque su verdadera inquietud, era la desconfianza
que este organismo despertaba en él, pensaba o bien tenía el temor, que la raza
humana, libre de los mayores males que la habían acuciado durante su
existencia, estaba creando un monstruo en sus instituciones, un temible e
invisible monstruo que crecía sin ningún tipo de control para en cualquier
momento, saltar sobre ellos y devorarlos sin piedad, y el AEDM, era el más
grande de aquellos monstruos. Esa era la teoría del español que a pesar de
todo, contó con su pequeña independencia para seguir con la conversación
interplanetaria.
Pero solo durante un tiempo, porque unos años
después, en el año 2074, el AEDM le retiró de la conversación interestelar y
paso a ser acusado de alta traición por ocultar investigaciones de suma importancia
que podían afectar a la seguridad de la Tierra. Sancionado y juzgado, fue
apartado de toda vida pública en uno de los juicios más oscuros ocurridos en la
nueva etapa del hombre. Murió pocos años más tarde, según algunas malas
lenguas, envuelto en la más absoluta locura. Su muerte fue una de las mas
misteriosas acaecidas en la nueva etapa de felicidad de la humanidad.
La investigación encabezada por un notable astrofísico
norteamericano, continuó su curso. Se creó un código de intercambio con la
civilización extraterrestre y pronto, se abrió un camino de información mutua,
mensajes que iban y venían entre los dos planetas en intervalos que podían
durar entre 12 y quince años. Y5, como se bautizo al planeta en la Tierra,
resulto estar a 6 años luz según las informaciones que llegaban a los
terrícolas, ya que el planeta continuaba siendo invisible a los ojos de los mayores
telescopios del hombre, formando parte de un pequeño sistema planetario oculto
por un cumulo de grandes estrellas rojas. La civilización que poblaba Y5 parecía
un poco más avanzada que la terrícola, casi similar y se dieron a conocer a los
humanos como los Zibots.
Y en un momento dado, hacia finales del siglo XXI,
la Tierra recibió una invitación.
Y5 deseaba la visita de un grupo de humanos a su
planeta.
En la Tierra todo fueron sorpresas y nervios. Y
muchas dudas. El avance científico ya permitía crear enormes transbordadores
que transportaban personas y materiales hasta Marte, donde se había empezado a
crear alguna mini ciudad, pero de ahí a un viaje tripulado fueras del Sistema
Solar, aun quedaba un abismo.
Pero aun así, era una oportunidad única para la
posible expansión terrestre. Sin pérdida de tiempo, el AEDM creó el programa Magallanes
en cooperación con el mismo planeta Y5 de donde llegaba importante información aportando
datos sobre nuevas tecnologías, especialmente en materia sobre viajes interestelares;
parecía que el planeta amigo tenía cierta premisa porqué se celebrase el
encuentro; se empezó a construir entonces la sonda “Vida T” que llevaría a un
reducido grupo de terrícolas hasta los confines de la Vía Láctea, donde serian
recogidos por una expedición de Y5, ya que por algunos motivos que no quedaron
demasiado claros, como otros muchos aspectos de la misión, ellos no podían
llegar más allá de cierto punto.
A pesar de las numerosas dudas, la misión continuó
adelante.