La
Tierra se está convirtiendo en un planeta agonizante, la hambruna y las sequias
amenazan, no solo África y las zonas desérticas de Asia como en décadas
anteriores, también empiezan a estar afectadas importantes zonas de Europa y
América.
Centenares
de especies animales han desaparecido y millones de vidas humanas corren el
riesgo de hacerlo en los próximos años.
Las
autoridades están desbordadas, las energías con las que podían paliar las dificultades
ocasionadas por el cambio climático, cada vez son más limitadas. Las energías
tradicionales como el carbón y el petróleo están prácticamente agotadas, las energías hidráulicas sufren un radical deterioro debido
a la cada vez mas escasez del agua, las prometedoras energías renovables de
antaño, han resultado ser un estrepitoso fracaso por culpa del cambio climático
del planeta, y la energía nuclear, apenas funciona o tiene un rendimiento inadecuado
debido a su marginación durante tantos años anteriores basado en el temor que
despertaba en la sociedad, y ahora, su puesta en marcha supone un coste
inalcanzable incluso para las empresas más poderosas, por lo que solo es
utilizada para abastecer de energía a las zonas más elitistas del planeta.
Solo
una fuente de energía parece funcionar, el metano, el gas natural que aun
suministra energía a numerosas ciudades y áreas superpobladas, pero que también
empieza a escasear, sin embargo, alguien señaló una nueva opción -¿un
científico?-, en el espacio exterior, allí, según las indicaciones del científico,
se halla el suficiente metano como para suministrar de energía a toda la Tierra
durante años.
En
el espacio. Solo había que ir a buscarlo.
Entonces
surgió el milagro y los gobiernos más poderosos de la Tierra firmaron un
tratado en el que se decidió dotar de los medios necesarios a una misión para
ir a recoger ese metano.
El
punto elegido fue Titán, el satélite más grande de Saturno.
La
colaboración en tan solo diez años dio su fruto y se creó el transbordador Survive.
Y después de 7 años de viaje, la misión aterrizó en Titán. Las primeras
comunicaciones desde el satélite fueron alentadoras, el hidrocarburo se cargaba
en los tanques de la nave sin problemas imprevistos, todo iba bien, pero en un
punto, se perdió toda la comunicación con la Tierra.
El
transbordador Survive y su tripulación nunca regresaron.
Ahora,
después de treinta años, todo en el planeta azul ha cambiado, las condiciones
climatológicas siguen deteriorándose produciendo un planeta cada vez más desértico
y menos habitable; pero gracias a corporaciones privadas, se ha conseguido
recuperar la energía atómica, convirtiéndose en la principal fuente de
abastecimiento para gran parte de la población. Nadie se muere ya de hambre,
pero a cambio, la Tierra se ha convertido en la mayor dictadura de la humanidad
controlada por enormes grupos financieros de carácter privado a cuyos pies se
rinden y prestan su pleitesía todos los gobiernos del planeta.
Alguien
en el más absoluto anonimato y bajo la supervisión de la todopoderosa compañía
LUM, ha sacado a la luz el proyecto Titán y una ligera sonda con tripulación
humana a bordo, ha sido mandada al satélite para comprobar que pasó con la
misión del transbordador Survive.
La
tecnología empleada sobrepasa en todos los aspectos al primer proyecto y la
pequeña y rápida sonda CBS Quantum, se encuentra ya y después de tan solo tres
años, en la órbita de Titán. Saturno se dibuja como una enorme esfera blanca rodeado
por sus brillantes anillos de hielo a tan solo 1200000 kilómetros.
La
nave apenas notó las turbulencias al penetrar en la densa atmósfera de Titán, a
pesar de la velocidad con que dicha atmosfera gira alrededor del satélite,
mucho mas veloz que su propio movimiento de rotación.
La
sonda CBS Quantum desplegó sus motores de retropropulsión y comenzó el descenso
hacia la zona del satélite conocida como Xanadú, una vasta meseta del tamaño
del continente australiano, perdiendo velocidad gradualmente hasta posarse
sobre una explanada rocosa y seca. El Survive reposa a cincuenta kilómetros al
sur, donde Xanadú se rompe en impresionantes acantilados que dan paso a un profundo
valle cubierto de toneladas y toneladas de hidrocarburos, el tesoro que el
Survive había ido a buscar; ahora, la zona donde reposa el transbordador, según
las últimas muestras del radar, se encuentra inundada como consecuencia de la
ultima y agresiva temporada de lluvias que ha azotado el norte de aquella parte
del satélite.
Los
dos científicos y los tres técnicos de la LUM componentes de la tripulación, se
concentraron en torno al directivo de la compañía que les acompañaba y que por
supuesto, era el máximo responsable de la misión.
La
seguridad estaba en manos de los UtM-03, la serie más avanzada de robots
militares pertenecientes al todo poderoso ejército de China, pero por supuesto,
como todo en aquella misión, financiados por la LUM.
-Señores
–su voz sonó exageradamente sobria para su aspecto sereno y atractivo, su pelo
negro perfectamente arreglado y sus ojos oscuros denotaban una gran
inteligencia, capacidad y lealtad hacia sus mentores-, el viaje como habrán
podido comprobar ha sido todo un éxito, hemos llegado a Titán sin ningún
imprevisto, por lo que nuestra misión comenzará de inmediato.
El
directivo de la LUM repasó con la mirada al resto de los tripulantes, escrutándoles
con una irrefutable sensación de poderío.
-Su
trabajo exclusivamente será encontrar algún indicio o alguna prueba de porqué
fracaso la misión del Survive –todos sabían que el transbordador había quedado
en Titán treinta años antes, pero nadie sabía con exactitud cuales habían sido
las causas y que pasó con los 20 miembros de su tripulación.
Después
de las indicaciones y las explicaciones técnicas del directivo, los tripulantes
que iban a salir al exterior del satélite en busca del Survive, los dos científicos
y dos de los empleados de la LUM, entraron en un compartimiento estanco donde
sufrieron un ajuste gravitacional para adaptarse a la presión de Titán, 1.5 la
presión de la Tierra.
-¿Me
escuchan bien? –esta vez la voz del directivo sonó deformada por los conductos
virtuales. Todos de una manera u otra asintieron con desgana-. Solo desearles
suerte y una última cuestión, quiero que me vayan informando con escrupulosa inmediatez
de cada uno de los descubrimientos que vayan obteniendo.
Los
dos empelados de la LUM miraron a los científicos de manera desafiante.
-¿Lo
han comprendido? –apresuró el directivo.
-Claro,
todo perfectamente comprendido –la voz de la astrobióloga sonó tan dulce como irónica.
-¿Alguna
objeción señorita Laffonte?
Marta
Laffonte había sido una de las personas referentes en su campo, sus
investigaciones sobre la vida en el Sistema Solar habían hecho tener la certeza
a todo el campo científico de que algunos cuerpos de nuestro Sistema como
Europa, el propio Titán e incluso Marte, podrían albergar vida microbiológica. Pero
la falta de fondos públicos para subvencionar a los investigadores, hizo que
todos los científicos tuviesen que aceptar las propuestas dictatoriales de los
todopoderosos grupos financieros para poder continuar investigando. Marta no
llegó a ningún acuerdo con ninguno de esos grupos y de la noche a la mañana se
vio desposeída de cualquier medio para poder seguir desarrollando sus
investigaciones. Se vio marginada científicamente, por eso, fue una sorpresa
para ella cuando recibió una notificación de la LUM para formar parte de un
proyecto científico, tenía 32 años y su vida “hippy” subsistiendo
económicamente con los bajos salarios que la remuneraban por dar clases de
educación secundaria, no la llenaban en lo mas mínimo.
-No,
ninguna –dijo Marta.
No
hubo más objeciones y el grupo pasó directamente al vehículo anfibio que les llevaría
atravesando Xanadú hasta descender al valle donde reposaba el Survive. Cuatro
de los UtM les esperaban inmóviles, sus dos metros veinte de altura estaban
ahora replegados y cada uno de ellos adoptaba una posición de descanso, apoyados
sobre sus enormes rodillas metálicas.
El
vehículo con la morfología de un tanque terrestre, dos veces más grande pero
infinitamente más ligero, se deslizó suavemente por la rampa de la sonda hasta
comenzar su camino por la llanura helada de Titán, a una temperatura de menos 180
grados centígrados. La luz del sol llegaba desde una distancia de mil
doscientos millones de kilómetros y en combinación con la densidad de su
atmosfera, dotaban a la superficie del satélite de un eterno crepúsculo. El
terreno completamente llano, salpicado por rocas redondas moldeadas por efecto
del metano liquido que alguna vez pudo poblar aquella zona, les condujo hasta
una pendiente pronunciada donde la roca se cortaba casi verticalmente; desde la
posición podían verse los oscuros lagos de hidrocarburos a decenas de metros más
abajo, y entre ellos, un pequeño punto daba forma al Survive.
Una
ráfaga de aire de al menos 200 kilómetros por hora, hizo tambalearse ligeramente
al vehículo.
-Diablos
–el pulcro hombre rubio de una tez blanca increíblemente serena, pareció perder
los nervios. Marta le miró divertida, sabía que era uno de los ingenieros
aeronáuticos más brillantes de la Tierra y que había intervenido muy
activamente en los últimos y más ambiciosos proyectos donde se habían enviado
naves o grandes sondas para explorar el sistema planetario descubierto en Alfa
Centauri; pero también había escuchado que en los últimos años había tenido
ciertas desavenencias precisamente con la LUM, la empresa que le había subvencionado
todos sus trabajos. La astrobióloga se preguntó si el ingeniero estaría en
aquella misión como premio a su trabajo o como castigo por desafiar a la LUM. Miro
fijamente a los UtM y sintió un leve escalofrío.
El
tanque espacial desplegó las articulaciones de sus ocho ruedas que lo elevaron
cuatro metros sobre el suelo, deslizándose por el borde del acantilado hasta
encontrar una pendiente de casi 45 grados, giró y clavando sus ruedas en la superficie
congelada, comenzó el descenso. Los tripulantes sintieron la bestial
inclinación del vehículo que se deslizaba casi como una araña sobre la pared.
Marta
se aferró a su asiento, por uno de los ventanucos pudo apreciar como una
pequeña porción del gigante Saturno, se dibujaba en el oscuro horizonte de
Titán. La belleza de la imagen consiguió relajarla.
-¿Piensa
que podemos encontrarnos alguna sorpresa señorita Laffonte? –el ingeniero
la miraba de arriba abajo con total
descaro, escrutando con detalle los atributos naturales que la astrofísica
continuaba luciendo a pesar del abandono al que había sometido a su físico en
los últimos años.
-Si
se refiere algún tipo de vida, no voy a ser yo quien le descubra que algunas bacterias
pueden vivir y desarrollarse en este medio.
-Sí,
eso tengo entendido –sonrió el hombre-, tengo el conocimiento, por supuesto, de
que hay bacterias que pueden sobrevivir envueltas en metano y otros gases
naturales, pero son seres microscópicos, no entiendo porque nos han traído
acompañados de estos Robocots.
-El
radar está detectando algo –interrumpió con cierta alarma la mujer morena y
bajita empleada de la LUM, todos se arremolinaron en torno a la pantalla.
Claramente, la señal del radar anunciaba una fuente de calor entre ellos y la
posición del Survive.
-Es
una fuente de calor, puede ser un volcán subterráneo –tranquilizó Marta-, en
Titán hay identificados varios volcanes con actividad geológica provocada por
su marea gravitatoria con Saturno, criovolcanes que en vez de expulsar lava,
expulsan agua, amoniaco, metano, este es uno de los hechos por lo que muchos científicos
pensamos que podía existir algún tipo de vida en Titán y en otros cuerpo
helados del Sistema Solar.
-¿El
hecho de que expulse gases tan tóxicos como el metano es un signo de vida?
-El
hecho relevante es la renovación de estos gases en su atmósfera, la superficie
de Titán está llena de metano que por algún motivo absorbe el hidrogeno de la atmósfera
y éste a su vez se renova a través de los volcanes -Marta parecía encantada-. ¿No
lo ven? En la tierra el oxigeno es constantemente renovado en la atmósfera a
través de la fotosíntesis porque nosotros lo consumimos para poder sobrevivir.
-¿Quiere
decir que el metano es la cuna de la vida como en la Tierra el agua?
Nadie
contestó. Las fuerte ráfagas de viento dieron paso a una relativa calma y las
temperaturas parecieron subir envueltas en una neblina azul brillante, el
terreno entonces comenzó a cambiar, empezó a hacerse mucho mas liquido; pronto,
el tanque quedó a tan solo 10 kilómetros del Survive. El enorme transbordador
se dibujaba entre la niebla como una gigantesca y paralizada araña en medio de
una zona pantanosa
-El
radar indica que el metano liquido que forma este pantano no es muy profundo,
tal vez metro veinte, creo que podremos atravesarlo sin problema.
-¿Y
que hay del foco de calor?
-Queda
a quince kilómetros al este, no nos acercaremos a él.
El
tanque de la LUM volvió a desplegar las articulaciones que le elevaban del
suelo y avanzó por la zona pantanosa; dos de los UtM bajaron del vehículo y lo flanquearon
introduciéndose en el pantano de hidrocarburos, el metano liquido apenas cubría
sus poderosas y gigantescas piernas metálicas.
-Se
mueve –volvió anunciar alertada la mujer de la LUM. En la pantalla liquida del
radar, un pequeño punto rojo intenso comenzaba a moverse dentro de la zona
caliente detectada anteriormente-. Viene hacía nosotros, ahí fuera hay algo
vivo.
-Pero
eso no puede ser, el análisis que muestra el ordenador del exterior no indica
ninguna molécula que pueda componer algún ser vivo.
-Solo
hidrocarburos, ¿verdad? Metano y otros gases, pero eso no quiere decir que ahí
fuera no pueda haber algo vivo –anunció Marta-, puede ser muy diferente a la
vida que conocemos en la Tierra.
-Tal
vez deberíamos irnos de aquí.
Ligeras
hondas comenzaron a formarse en la superficie del pantano a pesar de que el
viento casi había cesado. Una de las pequeñas olas comenzó a tomar fuerza y a levantarse
sobre la superficie liquida, y sin que nadie pudiese reaccionar, la ola alcanzó
una altura de 5 metros dirigiéndose, entre extraños y guturales sonidos, hacia el
vehículo anfibio.
En
el exterior, uno de los UtM disparo su arma automática.
-¡Acelere
éste trasto! ¡Salgamos de aquí! –pero no hubo tiempo, todos sintieron como la
ola les arrastraba por el pantano.
Pasaron
unos segundos y el vehículo quedó inmóvil. Uno a uno, los tripulantes
comenzaron a incorporarse entre leves quejidos. Nadie parecía herido, pero el tanque
había quedado de lado, sumergido parcialmente en el pantano.
-¿Qué
diablos ha sido eso? –protestó el ingeniero aeronáutico notablemente asustado.
-No
lo sé –dijo Marta intentando aliviar su hombro golpeado-, pero sea lo que sea
nos atacó adrede.
Los
dos técnicos de la LUM intentaban con desesperación volver a retomar la
comunicación con la CBS Quantum.
-Debemos
de intentar llegar al Survive antes de que esa cosa vuelva –anunció por fin uno
de ellos sin que la comunicación estuviese restablecida-. Pónganse los cascos y
activen la protección gravitacional de sus trajes.
Todos
hicieron caso al técnico y fueron saliendo al exterior, a la helada superficie
del satélite, precedidos por los tres UtM que habían quedado dentro. No había
ni rastro de los otros dos robots militares que habían salido anteriormente.
Habían desaparecido. El grupo se sumergió en el metano liquido y caminaron cubiertos
hasta su cintura en fila india, en dirección al Survive que permanecía inmóvil
a menos de un kilometro.
-¿Señorita
Laffonte que cree que puede haber debajo de este liquido?
-No
lo sé –Marta sonrió dentro de su casco-, desde luego, ninguna bacteria podría habernos
atacado de esta manera.
-Pero
y si esos seres microscópicos hubiesen evolucionado y se hubiesen convertido
en… otros seres.
-Entonces,
todos estamos en un grave peligro.
El
pantano comenzó a agitarse nuevamente. Todos guardaron silencio. Los UtM
accionaron sus dispositivos de máxima alerta.
-“…aquí
la CBS, por favor contesten” –la voz del delegado de la LUM volvió a sonar por
los intercomunicadores. Todos la recibieron con un sobresalto pero con notable
esperanza—. “¿Qué les ha pasado?”
-¡Estamos
en peligro, algo nos atacó y parece querer volver hacerlo! –casi gritó la mujer
morena de la LUM rayando la falta de respeto que hasta el momento había mantenido
de manera inmaculada hacia su superior.
Pero
la voz del directivo volvió a quedar muda. El metano volvió a levantar olas
como si un viento inexistente peinase su superficie. Esta vez, las olas
provenían de todas las direcciones, como si fuesen dirigidas hacia un lugar
determinado. Hacia el grupo de humanos.
Los
UtM dispararon sus ráfagas de proyectiles silenciosos, pero las olas avanzaron aumentando
de tamaño sin que las poderosas armas automáticas pudiesen frenarlas.
En
la sonda CBS Quantum el ordenador no dejaba de recibir señales, miles de datos.
Moléculas enlazadas de CH4 y de bases nitrogenadas formando enormes cadenas de nucleótidos,
pero todas, totalmente diferentes a las de los humanos.
-Confirmado,
la existencia de vida en la luna de Saturno, Titán, es un hecho –la voz del directivo
de la LUM sonaba más serena que nunca, como si nada hubiese pasado.
El
gigante Saturno volvió a aparecer en el horizonte de Titán.
-Una
vida inteligente y peligrosa. Ponemos rumbo nuevamente a la Tierra –concluyó el
delegado mientras la sonda comenzaba a elevarse lentamente sobre la superficie
de Titán.
FIN